You'll never walk alone. (Tottenham 2 - Liverpool 1).

Hoy, You'll never walk alone más que nunca.
El Liverpool ha roto su racha de imbatibilidad y ha perdido su primer encuentro desde que comenzó a rodar la pelota en la lejana ya pretemporada.

Ha sido un día raro, todo era perfecto. Estaba celebrando una pequeña fiesta de Halloween, comiendo pizzas y bebiendo refresco en un salón perfecto para disfrutar de una velada deportiva mientras que la gente iba a su rollo, disfrazados, bailando o hablando entre ellos.

Sin embargo no pudo ponerse la guinda al pastel. Cuando el balón no quiere entrar (no sé ni cuántos tiros al palo fueron), es imposible ganar un partido que estaba totalmente dominado y sin ningún problema.

La defensa, que es nuestra clave del éxito, hoy no ha tenido su día y dos fallos garrafales han hecho que perdiéramos un partido que si hubiera sido por puntos como en el boxeo, nos habrían dado la victoria.

Primero Carragher, que despejó un balón a su propia meta y después un error en la marca de Agger, propició el gol de los Spurs en el último minuto.

Yo creo que la derrota no ha sido culpa de la defensa, sino de bajar el nivel de tensión que tuvieron nuestros jugadores durante el encuentro, no sé muy bien el porqué (quizás nos vimos ganando antes de tiempo), bajaron un pistón y ese medio relajamiento nos costó carísimo.

La ventaja que teníamos de vencer a nuestro rival por el título se ha quedado en nada y volvemos a ser colíderes de la Premier League y a 5 puntos (con un partido menos) del archienemigo Manchester United.

Algún día debíamos de perder, pero tenemos una muy buena plantilla, este partido creo que ha sido una mala anécdota y volveremos a la senda de la victoria.
Por eso debemos gritar You'll never walk alone más que nunca y no dejar sólo al equipo, ya que si algo nos caracteriza, como seguidores Red, es que no abandonamos jamás el apoyo al equipo, vaya como vaya o haga lo que haga.